Nuestro país es uno de los que más ciberataques sufre. La pandemia, la apresurada transformación digital, el teletrabajo, etc, han hecho que el riesgo de sufrir un ciberataque se dispare en un 150% en los últimos dos años.

La Ciberseguridad total no existe, pero es necesario que seamos conscientes de lo necesario que es establecer dentro de los objetivos prioritarios de cualquier compañía, grande, mediana o pequeña, una estrategia de Ciberseguridad que permita prevenir y estar preparados ante un ciberataque. Y es que las consecuencias de sufrir uno no solo son económicas, sino también reputacionales y operativas, pudiendo llegar a ser catastrófico y llevar a la quiebra a cualquier empresa.

Si comparamos el coste de la prevención con la media de 100.000€ que les cuesta a muchas empresas sobreponerse de un ciberataque, llegarías a la misma conclusión: Más vale prevenir que curar.

En las últimas décadas la tecnología ha avanzado muy rápido, pero el ciberdelincuente siempre va por delante, aprovechando cualquier brecha de seguridad que pueda existir para atacar.

Si miramos estos últimos 10 años, la evolución de las medidas técnicas de seguridad, la mejora de los equipos especializados y la tecnología asociada deberíamos poder no tener pesadillas pensando que mañana podremos ser nosotros quien sufra un ciberataque, pero la realidad es muy distinta. Es cierto que lograr un entorno ciberseguro al 100% no es posible y siempre estamos expuestos, pero ¿Qué está pasando para qué a pesar de los esfuerzos los ciberataques sufridos estén aumentando a este ritmo tan vertiginoso?

Pues como en todas las películas de terror, los malos siempre van por delante, y antes de que nos diéramos cuenta, encontraron el mayor agujero de seguridad y también el más complejo de solucionar: el error humano. Y es que los ciberdelincuentes han apostado por potenciar la entrada de cualquier malware a través del eslabón más débil de la cadena. Sus técnicas de engaño son cada vez más sofisticadas y esto hace que la tecnología y las medidas que podamos implantar no sean suficientes para frenarles.

Los ciberataques están evolucionando hacia un extremo que da bastante miedo, donde un ciberdelincuente es capaz de conocer nuestras vulnerabilidades para aprovecharse de ellas y lograr alcanzar su objetivo ya sea económico o para dañar la reputación de una empresa o persona.

Podremos invertir cientos de miles de euros en tecnología preventiva pero como no se tome conciencia del papel tan importante que tenemos cada empleado, desde el becario al CEO, en el ámbito personal y en el profesional, no conseguiremos bajar la curva del incremento de ciberataques y la única solución es CONCIENCIAR.

Parece que en los últimos 5 años el rechazo que existía en invertir en formación o concienciación en ciberseguridad va disipándose, pero como consultora especialista en Ciberseguridad, nos alerta y preocupa seguir viendo muchas empresas con el presupuesto destinado a realizar actividades que hagan cambiar el comportamiento de los empleados frente amenazas, limitado a mínimos, una acción al año para cumplir.

Los riesgos que asume una entidad que decide hacer lo mínimo para cumplir con las normativas vigentes de seguridad en cuanto a la concienciación se refiere, son inversamente proporcionales: a menor concienciación, mayor riesgo de sufrir un ciberataque que podría suponer un parón temporal o el cese total de la actividad.

No asumas más riesgos y establece tu estrategia de Concienciación en Ciberseguridad, entre todos conseguiremos ponérselo más difícil a los ciberdelincuentes y doblegar la curva de los ciberataques que ponen su foco en el error humano.

Y si lo necesitas, consúltanos sin compromiso, disponemos de soluciones adaptadas a cualquier tipo de entidad para poder no solo realizar acciones de concienciación sino entrenar y capacitar al personal para que esté preparado frente un ciberataque y sea tu primera línea de defensa.

Equipo ES-CIBER